domingo, 25 de enero de 2009

Idea contagiosa, conducta que se imita, herramienta innovadora


Cada mañana tiemblo cuando me enfrento al periódico… Y también tiemblo y me sobrecojo, cuando a un canillita escucho vocear las noticias…

A mi computadora me enfrento sin problemas cuando decido hacer allí un trabajo o una búsqueda técnica, pero… pero cuando deseo o necesito acceder a las noticias electrónicas, cuando deseo o necesito bucear en los periódicos digitales, siempre entonces tengo algo de prevención y de desconfianza y de aprensión…

Y no es para menos… Las noticias casi siempre aportan pesadumbre, pena, dolor, sufrimiento, las noticias frecuentemente sobresaltan el corazón… Por momentos la alegría invade nuestro interior cuando se señala un logro científico, cuando se describe una innovadora construcción técnica, cuando se exploran posibilidades de un descubrimiento… Pero se vuelve la página, y se toma nota: de un padecimiento social endémico, del inicio de la guerra aquí o allá, de una nueva epidemia en África, de otro acto de corrupción en un país del Tercer Mundo, de la mísera situación padecida por los agricultores en el Altiplano Boliviano o en alguna otra parte del mundo…

No será fácil cambiar este estado de cosas… No será sencillo revertir esta situación generalizada… Necesitamos dar a vuelo una idea innovadora y ordenadora que sea contagiosa, que induzca en la gente conductas bien diferentes de las actuales… Necesitamos implantar una herramienta que tenga capacidad para producir grandes cambios a partir de recursos técnicos y sociales limitados…

Cuanto más pienso en todo esto, más convencido me siento… Esa herramienta salvadora, esa herramienta ordenadora de la realidad social, bien podría ser el dinero telemático…

No desperdiciemos este camino potencialmente interesante… No le demos la espalda a esta eventual salida… Al menos estudiemos con seriedad y responsabilidad las posibilidades ofrecidas por este lado, las posibilidades ofrecidas por la utilización generalizada de monedas telemáticas, de monedas escriturales y digitales y explicativas de transacciones…

En la promoción de este recurso no debo estar solo con mis publicaciones y mis espacios web de la serie Digimundo… En el fomento de esta herramienta, el Centre d’Estudis Joan Bardina no debe quedar aislado, como si apoyara una rareza académica, como si promocionara las bases para una interesante historia de ciencia ficción… En el señalamiento de esta posibilidad, el recuerdo y el pensamiento de Agustí Chalaux de Subirà no debe quedar en la historia como si este personaje catalán fuera un activista social utópico y descolocado…

Pensemos en todo esto con seriedad y responsabilidad… Y como sociedad, y como cuerpo social, actuemos como se debe…

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