martes, 1 de septiembre de 2009

La crisis financiera internacional: ¿Se verá pronto o no la luz en el extremo del tunel?


Obviamente hay desconcierto y desánimo en los círculos financieros del mundo entero… Obviamente la incertidumbre, la desconfianza, el miedo, ha ganado a muchos y muchos agentes económicos, y la inversión se retrae en muchísimas zonas del globo… Los directivos de las empresas actúan con mucha cautela, e invierten lo imprescindible para no dejar caer la capacidad de producción de los emprendimientos bajo su responsabilidad… y esto hacen cuando pueden, y cuando no pueden piden ayuda al Gobierno o tratan de lograr una fusión razonable con otro grupo en mejor situación… o de lo contrario dan quiebra…

Estados Unidos de América, la principal economía del mundo, está en severa crisis, en profunda recesión productiva, y por contagio en Europa y en el resto del mundo se ha producido desconfianza y pesimismo en los agentes económicos, e incluso pánico… La desocupación está en alza, y en este año 2009 ella seguramente aumentará aún más, y en Europa es España uno de los países que lleva la peor parte…

La burbuja financiera fue montada sobre la base de préstamos hipotecarios dados a familias que estaban en el límite de sus posibilidades de pago de los intereses y de las amortizaciones que les correspondían… Y a partir de “Obligaciones Garantizadas por Hipotecas”, se emitieron luego “Bonos Garantidos” que después a su vez se estructuraron en tramos para así disminuir riesgos, y para salir finalmente al mercado de inversiones bajo la forma de otro instrumento financiero diferente, “Obligaciones de Deuda Colateralizada”… Por cierto y para completar la cosa, también se emitieron títulos de renta fija sobre la base de los activos inmobiliarios (securities)… La débil o nula regulación sobre los mercados financieros y sobre los papeles allí comercializados hizo el resto… Como ya se sabe, alta rentabilidad también implica alto riesgo, por lo menos en la mayoría de los casos, y los inversores pequeños así como quienes dirigen por ejemplo algunos fondos de inversión, no siempre toman en cuenta esta verdad, por desconocimiento, por inmadurez, porque tal vez ellos se creen vivos que podrían salvarse a último momento, porque tal vez no les afecta porque quienes pierden no son directamente ellos sino quienes les confiaron sus ahorros, etcétera, etcétera… La burbuja financiera se expandió demasiado y explotó, y entonces fue la hora de la verdad… Y el mundo financiero entró en severa crisis, pues por causa de la crisis los precios de los inmuebles bajaron pues ellos estaban muy inflados, y entonces las ejecuciones de hipotecas ya no alcanzaban para resarcir las deudas…

Las consecuencias fueron inmediatas y los efectos fueron en cadena… El riesgo se disparó… Los atrasos de algunos pagos comenzaron en todas partes, y entonces se restringió el crédito… Fruto de las dificultades para la obtención de nuevos créditos, algunas corporaciones (tanto grandes como pequeñas) entraron en problemas de caja, dejaron de pagar algunas cuentas e incluso comenzaron a tener pérdidas, y finalmente algunas de ellas dieron quiebra o fueron absorbidas… Obviamente esto repercutió de inmediato en los mercados bursátiles, generando alta volatilidad en las cotizaciones de los valores, y por reflejo cayeron también las compras de bienes y servicios, y también bajaron los precios de las materias primas y de las llamadas “commodities”… En fin, como inteligentemente ha sido expresado por varios economistas, de esta forma ingresamos claramente en un nuevo contexto estructural: La economía de la depresión y del pesimismo y de la especulación… En estos nuevos tiempos acontecen hechos poco usuales, como ser se cambia deuda privada por deuda pública como medio tal vez de intentar evitar males mayores, y se cambia consumo privado por gasto público y por inversión pública con la esperanza de relanzar la economía o por lo menos de disminuir el porcentaje de parados…

Hay que reconocer que el nuevo gobierno de los Estados Unidos de América encabezado por Barack Hussein Obama, puso en marcha un ambicioso y costoso plan para enfrentar la crisis financiera y para relanzar el crecimiento de la economía… Pero las dudas persisten, persiste el pesimismo sobre la real efectividad de estas medidas… En una estructura capitalista y con economía de mercado, el funcionamiento de la economía en buena medida reposa sobre las expectativas de los agentes económicos… Y cuando se afecta la confianza, y cuando cunde el pesimismo, no puede decirse con certidumbre cuándo podrá retomarse la senda del crecimiento… Y entonces bastan condiciones ligeramente adversas en el crédito y en la inversión o incluso un simple rumor, para ocasionar una verdadera y desastrosa hecatombe financiera… Y entonces bastan condiciones ligeramente favorables a una infección para ocasionar una verdadera y virulenta gripe…

Y obviamente las economías emergentes también ingresaron en un período de recesión e inestabilidad… La caída de los precios de sus productos de exportación y la propia caída de la demanda, tuvieron repercusiones adversas en los países del Tercer Mundo… Además, la cotización del dólar cayó respecto de muchas monedas nacionales de países subdesarrollados, lo que repercutió fuerte sobre los sectores exportadores… La competitividad medida por el tipo de cambio real es clave para mantener mercados externos… Y los capitales golondrina, y aún aquellos con arraigo de más tiempo en los países periféricos, y aún aquellos con origen en los propios países tercermundistas, paradójicamente vuelven en desbandada a cobijarse en los títulos de deuda pública del Tesoro Estadounidense, aumentando así el llamado “riesgo-país” de muchos países no centrales…

En relación a los países subdesarrollados y en vías de desarrollo, hay que reconocer que esta crisis a muchos de ellos les tomó desprevenidos… Muchos países del Tercer Mundo no tienen margen para aplicar políticas contra cíclicas que atenúen el impacto de los problemas… Cierto, en varios países latinoamericanos ha habido buena gestión de la deuda pública, al menos mejor que en otros tiempos, y ello evita que se agreguen más dificultades… Cierto, en varios países latinoamericanos la inflación está mejor controlada que antaño… Pero cuidado, ello no es un seguro que pueda proteger contra un período de dificultades… Cualquier desequilibrio adicional puede deteriorar las perspectivas de mediano plazo, imponiendo un endeudamiento de corto plazo que se vuelve impagable y que por ende se vuelve permanente…

Resolver adecuadamente el dilema entre inflación y competitividad y deuda es la clave, y está en la tapa del libro… Nuestra sociedad probablemente entrará en un período de deflación… Y por tanto abaratar los costos nacionales expresados en dólares, resultará imprescindible e imperioso… Pues en caso contrario se corre un gran riesgo de que si no se puede ajustar por precio, se ajustará entonces por cantidad… Esto equivale a menor actividad económica y menores puestos de trabajo…

En muchos casos el principal freno de las economías emergentes obedece a la realidad fiscal… El gasto público y su correspondiente y necesaria presión fiscal, en muchos casos comprometen seriamente la competitividad del país… Pongamos atención… Paremos la mano… Pongamos las barbas en remojo…